martes, 15 de mayo de 2012

Incertidumbre en el funcionamiento de las nuevas universidades, incluida la Universidad Nacional de Cañete (UNDC)



Dentro de unas horas continúa el debate en la Comisión de Educación el proyecto de ley que busca establecer una moratoria en la creación de nuevas universidades públicas y que en la última hora se han añadido otros proyectos muy relacionados con la problemática universitaria.

El tema de fondo es crear una nueva ley universitaria, en la “búsqueda de una reforma integral de la Educación Superior” y que “recoja el nuevo modelo de Universidad”. El Presidente Ollanta Humala al observar la ley de creación de la Universidad Tecnológica de Chincha dijo que “las universidades en el Perú han experimentado un crecimiento explosivo y desordenado, evidencian desgobierno y tienen baja calidad académica” y siendo una “tarea prioritaria definir una política de Estado, se considera pertinente el establecimiento de una moratoria en la creación de Universidades”

Ante tales criterios, nos preguntamos: ¿Cuál es ese nuevo modelo de universidad?, ¿Qué política de Estado se busca establecer en la enseñanza universitaria? ¿Una política de Estado para formar a los estudiantes como seres autómatas, con un conocimiento sesgado de la historia? ¿Se busca profesionales tecnócratas del tercer mundo?

Situación actual de la Universidad Peruana:

1) Población Universitaria:

A la entrada en vigencia de la Ley Universitaria 23733, en 1983, sólo existían 33 universidades creadas por Ley, 23 eran públicas y 10 privadas. Unas y otras realizaban su función educativa enmarcadas en normas que no permitían el lucro. Entre las privadas sobresalían la Pontificia Universidad Católica del Perú, la Universidad Peruana Cayetano Heredia, la Universidad de Lima y la Universidad del Pacífico, todas ellas reconocidas nacional e internacionalmente por su excelente calidad académica.

Con la dación del Decreto Legislativo 882, ley de promoción de la inversión privada, en noviembre de 1996 por Alberto Fujimori, se buscó que el sector privado ingresara al negocio con fines de lucro de la enseñanza universitaria, generándose así que la creación de universidades privadas se disparara indiscriminadamente a 65. Si en los 80 las universidades públicas representaban el 70% y las privadas el 30%, hoy se ha invertido la relación pues las privadas son el 65%.

Según el I y II Censo Nacional Universitario la población universitaria se incrementó desde 1996 hasta el 2010 en 141%, de 389,316 a 937,430. Siendo la universidad privada Alas Peruanas (creada en 1996) con la mayor población universitaria: 57,616 estudiantes en una inmensa cantidad de filiales en todo el país, le sigue la Universidad Cesar Vallejo con más de 37 mil, la San Martin con más de 31 mil, la ULADECH más de 28 mil; mientras que la Decana de América Universidad Nacional Mayor de San Marcos sólo tiene 28,640

2) Calidad de la enseñanza universitaria.

De acuerdo a "The Global Competitiveness Report 2011-2012", realizado por el World Economic Forum (WEF), el Perú ocupa el puesto 128 (de 142 países) en la calidad del sistema educativo superior y el puesto 135 en la calidad de enseñanza de matemáticas y ciencias. De las 500 mejores universidades del mundo, no encontramos a ninguna peruana. Esta estadística viene de años, anteriormente estuvimos en el puesto 132 de 133 países, así que no hemos avanzado casi nada.

En América Latina, de las 200 mejores solo figuran seis peruanas: Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Peruana Cayetano Heredia, Universidad de Lima Universidad Nacional Agraria La Molina y la Universidad Nacional de Ingeniería.

Sinesio López en su artículo “Salvar a San Marcos” señaló que “Con la masificación y la proliferación universitaria por doquier comenzó el abandono de la universidad pública por parte del Estado, se inició la mediocrización de la enseñanza y la pérdida de gobernabilidad de la universidad”

El Tribunal Constitucional, en la STC 00017-2008-PI/TC, enfila directamente al problema medular, diciendo que: “No se trata, en consecuencia, de concebir a la universidad como un negocio que puede ser implementado por todo aquel que tenga capacidad económica para hacerlo, y abierto a todo aquél que tenga la capacidad económica de costearlo, sino como un centro educativo de alta calidad, forjado por quienes tienen verdadera vocación humanística, orientado, en términos de la Constitución, a la formación profesional, la difusión cultural, la creación intelectual y artística y la investigación científica y tecnológica (artículo 18º), y, consecuentemente, accesible solo a aquellos que tengan el perfil, la capacidad y la aptitud compatibles con dicha visión”

Además responsabiliza al CONAFU y la ANR de la situación universitaria en el país; pues en el fundamento 150 señala que “Lamentablemente, como ha quedado demostrado, ni la ANR ni el CONAFU ejercieron esta función (supervisar la calidad de la enseñanza universitaria) inspirados en los mandatos constitucionales, sino, por el contrario, muy alejados de ellos, lo que termina de confirmar su falta de imparcialidad objetiva en este aspecto”

De lo anterior, podemos concluir que el problema medular de nuestra universidad pasa por dos aspectos sustanciales:

a) Las políticas de Estado no dan la mayor importancia a la educación pública, otorga un ínfimo porcentaje del Presupuesto para la Educación, ni siquiera se cumple con mandatos del TC de homologar a los docentes; pobrísimas bibliotecas, escasísima investigación. Las universidades públicas están abandonadas a su suerte, teniendo ellas mismas que buscar como “desarrollarse” con sus recursos propios.

b) la proliferación excesiva de universidades privadas, que solo tienen como objetivo medular el lucro desdeñando la calidad de la enseñanza. Clara muestra de esto es la venta de títulos de post grado sin ningún nivel académico.

Ante esta situación ¿Qué modelo de universidad busca Ollanta, si el problema fundamental de la enseñanza universitaria está en el Estado? Desde fines del año pasado hemos asistido a toda una campaña lobbista por la “moratoria” en la creación de nuevas universidades”, ocultándose así la responsabilidad del Estado y ocultando la excesiva oferta de empresas “educativas” de otorgar títulos hasta asistiendo solo los fines de semana o simplemente dar un examen virtual final.

Cuestionamiento del Grito de Córdova

En los primeros años del siglo pasado, un viento renovador y de cambio se venteó en las universidades de América Latina, ese fue el Grito de Córdova, que tuvo como principales banderas de lucha: la autonomía universitaria, la libertad de cátedra y el cogobierno. De esta gran época surgió la nueva generación latinoamericana: José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Haya de la Torre, Salvador Allende, Henrique Cardozo, Fidel Castro, Rómulo Betancourt, José Ingenieros, Pablo Neruda, José Martí, José Enrique Rodó, Miguel Ángel Asturias, Luis Jiménez de Asúa, etc.

Hoy bajo el manto del nuevo modelo de universidad (los liberales repiten como mantra la palabra "moderno" mientras imaginan una sociedad de individuos interactuando en un gran mercado) se busca limitar, reducir, cuestionar los aspectos fundamentales de la Reforma de Córdova. Se vuelve a lo que hace un siglo denunciaba José Carlos Mariátegui como “estratificación conservadora de las Universidades”, “consecuencias de la docencia oligárquica”: La provisión arbitraria de las cátedras, el mantenimiento de profesores ineptos, la exclusión de la enseñanza de los intelectuales independientes y renovadores. Veamos lo que se busca con este “nuevo modelo de universidad moderna”:

a) limitar la autonomía universitaria, se dice que hay desgobierno buscando que someterlas a lo establecido por CONCYTEC. Se coge como argumento que existe una discontinuidad entre la educación en los colegios y las universidades y que junto a la baja calidad de la educación superior, explican “la coexistencia entre el actual desempleo y las dificultades de las empresas para contratar trabajadores”. Obviamente es una idea desde una óptica formadora de tecnócratas y buscan pasar la factura del desempleo a las universidades.

b) reducir al mínimo la libertad de cátedra, se busca vetar la enseñanza del marxismo, vetar a los intelectuales independientes e incluso sesgar la historia diciendo por ejemplo que en el país no hubo un conflicto armado e incluso buscan hasta penar a aquel que afirme lo contrario. Esto colisiona con la Constitución pues esta no avala la “democracia militante”.

c) acabar con el cogobierno, bajo el criterio que las autoridades tienen falta de conocimiento, experiencia y compromiso con sus universidades, y “estas son responsables del actual nivel de las universidades” .

Estos tres aspectos son fundamentales y básicos en la enseñanza universitaria que no se puede transigir, mucho menos cuestionarse.

Incertidumbre en el funcionamiento de la Universidad Nacional de Cañete (UNDC)

Desde la creación de la Universidad en diciembre 2009, se han presentado un conjunto de problemas que atentan contra su vida misma: la falta de reconocimiento por la CONAFU de dos de los miembros de la Comisión Organizadora recientemente nombrados por el Ministerio de Educación; la no aprobación por el CONAFU del Proyecto de Desarrollo Institucional; la no entrega formal de los terrenos de parte de la Municipalidad Provincial de Cañete a la UNDC; la no conclusión del expediente técnico de los primeros ambientes de la UNDC, se dice que ya está listo el expediente del frontis pero no se coloca un solo ladrillo. Recordar que el Presidente Regional Javier Alvarado prometió pedir al Gerente Regional de Infraestructura Genaro de Paz Moreno dar un paso al costado si no concluía la construcción del perímetro y frontis de la UNDC hasta el 30 de Marzo 2012, no se cumplió con construir ni se exigió dar un paso al costado; como justificación se señala que la responsabilidad es de la MPC por no entregar el terreno.

A los problemas señalados ahora se suma el peligro que la UNDC aun no abra sus puertas, como consecuencia de los efectos de la aprobación del dictamen acumulativo sobre la enseñanza universitaria. Pues como lo hemos señalado se busca aprobar un dictamen acumulativo que engloba todos los aspectos de la enseñanza universitaria, que van desde la creación de un ente que se encargue de la evaluación académica así como la creación de una nueva ley universitaria.

La UNDC no tiene su PDI aprobado y teniendo en cuenta que un PDI debe estar acorde con los lineamientos que establece la Ley Universitaria, no hay que ser sabios para entender que la existente ley universitaria ya no va, por consiguiente el PDI de la UNDC debe enmarcarse dentro de una nueva ley universitaria, de allí “la necesidad” que se adecúe a la nueva normatividad, es decir esperar tres años o el periodo que hoy se apruebe en el Congreso para funcionar. Claro está que en ese tiempo se construiría el campus universitario y se elabore un buen PDI.

ULTIMO MINUTO:

La Comisión de Educación aprobó por mayoría el PREDICTAMEN ACUMULATIVO recaído en los Proyectos de Ley Nº 235/2011-CR, 316/2011-CR, 322/2011/CR, 357/2011-CR. 416/2011-CR, 487/2011-CR, 577/2011-CR, 606/2011-CR, 645/2011-CR, 679/2011-CR, 696/2011-CR, 811/2011-CR  816/2011-GL, 807/2011-CR, 830/2011-GL Y 998/2011-CR, que con texto sustitutorio que propone establecer la moratoria de tres (3) años que impida la creación y autorización de funcionamiento de nuevas universidades públicas o privadas. Asimismo, suspéndase por el mismo periodo, la creación y autorización de funcionamiento de facultades, escuelas profesionales, secciones de post-grado o unidades académicas de formación profesional así como filiales de universidades públicas y privadas, creadas bajo cualquier modalidad permitida por ley, y el ingreso en la modalidad de educación  a distancia o cualquier otra modalidad similar a las universidades publicas o privadas que no se encuentren acreditadas por el Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior Universitaria (CONEAU).