El presidente regional de Lima, Javier Alvarado, inspeccionó los trabajos de descolmatación de la bocatoma del canal Nuevo Imperial y la recuperación y colocación del terraplén en el kilómetro 25 de la carretera a Lunahuaná, afectada por la crecida del río Cañete.
En compañía del jefe de la Unidad Ejecutora Lima Sur, Sabino Julián Castilla, verificó el retiro del material que anegó la bocatoma, un canal importante de la zona que sufrió el desembalse del río.
Dicha emergencia dejó sin agua a los agricultores y a las poblaciones de los distritos de Imperial, Nuevo Imperial, Quilmaná, San Luis, Cerro Azul y San Vicente de Cañete, la capital provincial.
Alvarado también supervisó los trabajos de mejoramiento de la carretera a Lunahuaná, en el sector de Socsi, a cargo de Provías Nacional. La vía, que une las provincias de Cañete y Yauyos, sufrió serios daños por la crecida del río.
El gobierno regional destinó un tractor oruga de 70 toneladas, reparado para los trabajos descolmatación y habilitación de la bocatoma Nuevo Imperial, una tarea conjunta con la comuna provincial de Cañete, la junta de usuarios y la Administración Local del Agua.
