domingo, 25 de diciembre de 2011

Gobierno promueve creación de cinco macrorregiones


El Poder Ejecutivo impulsará la aprobación de la ley de Ordenamiento Territorial que plantea la conformación de cinco grandes espacios territoriales que se configuran en el país: el macro norte, el amazónico, el macro sur; el centro sur y el de Lima-Callao.
Así lo anunció ayer la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM), a través de una nota de prensa, y explicó que el objetivo de este “ordenamiento territorial” es construir un Estado descentralizado, inclusivo y democrático que acabe con el desorden aún existente, que es causa de deterioro medioambiental y de crisis social.
Con ese propósito, la PCM hizo también público el Plan Nacional de Descentralización y Regionalización (PNDR) 2012-2016, cuya finalidad es institucionalizar en los próximos cuatro años, entre otros, los instrumentos de gestión territorial descentralizada. Esta es la propuesta, respecto al reordenamiento territorial.
El referido Plan será sometido en enero del 2012 a consulta entre los 25 gobiernos regionales y la Municipalidad de Lima Metropolitana, así como los actores sociales a nivel nacional. Se espera una respuesta consensuada para ponerlo en marcha, de cara al año 2021, como meta del Plan Bicentenario. En la propuesta marco de la Secretaria de Descentralización de la Presidencia del Consejo de Ministros, la Ley de Ordenamiento Territorial contemplaría medidas como las políticas de igualdad entre las regiones, estableciendo un fondo de compensación regional; normas de descentralización fiscal; promoción de los mercados regionales mediante alianzas público – privadas y reordenamiento del territorio en macrorregiones y en mancomunidades.
Cabe señalar que el PNDR se ha elaborado mediante un proceso participativo, de diálogos y estudios especializados con los gobiernos regionales y las municipalidades, en especial con sus asociaciones representativas, Asociación de Municipalidades del Perú (AMPE) y la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales de Perú (REMURPE).
 
Asimismo, se convocó a 19 consultores de diversas partes del país cuyos aportes han sido plasmados en diversos aspectos claves a la propuesta del Plan. También se realizaron reuniones con la Comisión de Descentralización del Congreso de la República y con diversos organismos de la Cooperación Internacional especializada en el tema de descentralización

Regiones con más conflictos son las que mayor presupuesto administran


El Plan Nacional de Regionalización 2012-2016 no prioriza ni da fecha para macrorregiones

NELLY LUNA AMANCIO
El Comercio

El conflicto en Cajamarca resume la tensa relación que se viene gestando entre algunas autoridades regionales (precisamente las que más presupuesto administran) y el Gobierno Central. Más allá de las legítimas protestas en Cajamarca y otras regiones, los últimos conflictos han evidenciado el fallido proceso de descentralización en el país. “Estamos atrapados, porque es el Estado enfrentado a sí mismo. ¿Quién dialoga? Las competencias de los presidentes regionales no están bien definidas y eso se hace más evidente cuando explota un nuevo conflicto; el presidente regional termina reclamando al Gobierno Central”, sostiene Gonzalo Neyra, investigador del Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES).

El analista Fernando Tuesta también cuestiona el proceso: “Debemos aceptar que la regionalización ha sido un fracaso. De un día para otro, los gobiernos regionales se vieron con mucho dinero y no supieron invertir. Solo se ha logrado pequeños feudos en los 24 departamentos”, lamenta.

El proceso de descentralización –impulsado desde el 2002– avanzó de manera acelerada, pero sin definir claramente las competencias entre los gobiernos regionales y el Gobierno Central. “Fue mala idea elegir primero a los presidentes regionales. Lo mejor hubiera sido empezar con una descentralización administrativa antes que política, porque, al final, se entregaron cuotas de poder que luego las regiones no quisieron ceder. El objetivo eran las macrorregiones y eso no se ha logrado”, insiste Neyra.

Ambos analistas creen necesario reformular el proceso de descentralización. La pregunta es cómo.

FALLIDA REGIONALIZACIÓNEl último jueves, la Secretaría Nacional de Descentralización (SND) sustentó la propuesta del Plan Nacional de Regionalización 2012-2016. En el documento, se plantea impulsar los proyectos de desarrollo interregional, pero no aparece a corto ni mediano plazo la necesidad de impulsar las macrorregiones. “No estamos hablando de demarcaciones territoriales, sino de polos de desarrollo, porque lo primero es más complicado y se verá después”, explicaron en la SND. Sin embargo, no precisaron fechas.

Tuesta expresó su preocupación, pues considera que la formación de las macrorregiones no puede seguir esperando. “Es inviable el desarrollo en un país dividido en 24 regiones”.

Neyra sugiere que el Ejecutivo encabece el proceso para formar las macrorregiones. “Tiene que venir desde arriba porque la mayoría de las autoridades regionales no querrá ceder sus cuotas de poder. No conozco un solo caso en el exterior en el que dos o más regiones se hayan unido por propia voluntad”, concluye.

Para el investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP) Jorge Aragón, la descentralización ha avanzado, no cree que haya sido un fracaso. “No todas las regiones funcionan mal. Yo sí creo que hemos avanzado, pero hay que reformular el plan de descentralización. El Ejecutivo debe impulsar las macrorregiones, pero yo creo que este proceso necesariamente tiene que ser consultado”.

BAJA PRODUCTIVIDADNo solo hay un vacío institucional (en las regiones con más conflictos) y falta de competencias claras. Un estudio elaborado por los economistas Waldo Mendoza y José Gallardo concluye, en el caso de Cajamarca, que las inversiones se han visto limitadas no solo por la alta conflictividad social, sino por la pésima infraestructura vial y las limitadas capacidades técnicas del sector público.

Uno de los problemas fundamentales de esta región es su baja productividad, especialmente en las actividades que le generan más empleo: la industria agropecuaria. Este rubro emplea al 56% de los trabajadores de la región, mientras que la minería, que concentra la mayor producción en la región, emplea a solo el 1,5% de la población.

Los analistas coinciden en que la solución al conflicto del proyecto minero Conga será la clave para la futura relación del Gobierno Central con las regiones y sus autoridades.