martes, 7 de diciembre de 2010

Javier Alvarado sigue afianzando su triunfo

Segunda Elección para Presidente y Vicepresidente Regional 2010.

Pisco: Piden a nuevo presidente regional de Ica que culmine reconstrucción del sur

Quieren programa de vivienda gratuito


Pisco (Edgar Sánchez).-

Los damnificados por el terremoto del sur en la provincia de Pisco instaron al nuevo presidente regional de Ica, Alonso Navarro Cabanillas, a cumplir con promesas electorales, vinculadas a la reconstrucción y el mejoramiento de la calidad de vida de los afectados.

El corresponsal de Ideeleradio informó que los pobladores esperan que Navarro Cabanillas establezca un programa de vivienda gratuito para los más desprotegidos, quienes no califican a ninguno de los programas sociales que promueve el Gobierno Central.

La virtual autoridad departamental propuso durante la campaña electoral “abocarse en la reconstrucción, ya que en algunos sectores de Pisco no se ha invertido nada”.

Navarro Cabanillas declaró, en su momento, que el presidente regional Rómulo Triveño no hizo mucho por los damnificados de esta provincia.


NOTA DE REDACCIÓN:

En la región Ica venció Navarro a Fuerza 2011 quien pese a ganar ampliamente en Ica, no fue suficiente ante el abrumador apoyo de chinchanos (principalmente) y pisqueños que le dieron el triunfo a Navarro. Esperemos que Javier Alvarado haga algo para quienes sufrieron el terremoto en Cañete y que hoy aún siguen en penurias, pero si con correcta y buena evaluación.

EJEMPLO: Mario Vargas Llosa se quebró emocionado al hablar de su esposa Patricia

DISCURSO COMPLETO dado por Mario Vargas Llosa en la Academia Sueca


Discurso de Vargas Llosa en Suecia

JAVIER ALVARADO CELEBRA TRIUNFO EN HUACHO

La hora de una izquierda moderna

Por Enrique Bernales Ballesteros

La política no es una ciencia exacta. Sus decisiones se mueven en el campo de la predictibilidad y la estimación del riesgo. Sí, la política es riesgo, pero este debe ser razonado. Se dice en estos días que Fuerza Social comete un error al saltar al vacío de un camino propio y que correr sola solo le costará la inscripción. Asumimos que verla acompañada, con Toledo por ejemplo, es un buen deseo o un consejo sano. Pero esa opción tampoco elimina el riesgo de convertirla en acompañante menor, sin identidad propia, que como proyecto político emergente, suponemos, es lo que más interesa ahora a Fuerza Social.

¿Por qué, entonces, no preferir el riesgo de una candidatura propia que responda más auténticamente a este perfil de nueva izquierda, moderna y democrática? Tal candidatura, además de contar con el respaldo de una lideresa que logró capturar y cautivar Lima, despertaría dos factores de indudable arrastre electoral: simpatía y novedad.

Se dirá que Villarán no tiene capacidad de endose. Ese argumento pertenece al conservadurismo político, que no acepta la existencia de cambios en el ciudadano peruano. Su equivocación radica en que no ve los cambios que se vienen operando en la conducta promedio de los peruanos: mayor autoestima e independencia; seguridad y capacidad para emprender cosas nuevas en lo económico, en lo social y, por tanto, en lo político. En un contexto de esta fluidez, es lógico admitir que si Fuerza Social nomina un candidato propio, parte de esa ciudadanía expectante y emprendedora se vuelque hacia ese lado. El ciudadano nuevo es concreto y antropomórfico, no vota por estructuras ni organizaciones; vota por personas con talento, carisma, trabajo y decisión para construir un espacio con proyecto.

El otro argumento de quienes rebaten la potencialidad de Fuerza Social es que ella solo obtuvo segundos y terceros lugares en varios de los distritos donde compitió. Bastaría sumar esos cocientes electorales para caer en la cuenta del enorme potencial de su electorado, lo que le significaría colocar algunos representantes por Lima en el Congreso. Fuerza Social cuenta, además, con bases en Junín, Cajamarca y San Martín, y con movimientos regionales ajenos al humalismo y a los remanentes de la izquierda marxista de los años 80. Ven en ella una organización política que ofrece esa opción de modernidad, democracia y justicia a la que aspiran. Está también el mayoritario electorado joven y socialmente transversal que apoyó a Susana Villarán y que se constituye como un grupo dinámico en el que los mensajes, muy interesantes en su visión de la sociedad, circulan muy rápido, especialmente en Internet.

Esta izquierda moderna reconoce el valor y eficacia necesaria del crecimiento económico a través del mercado y no comparte tesis estatistas ni cambios bruscos que asusten a la inversión privada. Rechaza los modelos autoritarios, pero reclama, en cambio, inclusión, mejor distribución del ingreso, acabar con la pobreza y construir una sociedad más justa y abierta a las oportunidades para todos.

¿Por qué esa izquierda moderna y sensata solo es posible en Chile, Brasil o Uruguay? ¿Por qué esa izquierda democrática no podría postular candidato propio a través de Fuerza Social? Su presencia, con la personalidad que más coherente e inteligentemente la represente en el 2011, debiera ser gravitante para el enriquecimiento del sistema político peruano.