sábado, 17 de julio de 2010

Pluspetrol obligada a renegociar las regalías de la exportación del gas

Camisea. Daniel Saba dice que en próximas semanas empiezan las reuniones. En tanto, ayer salió un nuevo embarque de Gas Natural Licuado (GNL) desde Melchorita esta vez con destino a España.

Redacción La República.

Un nuevo capítulo en defensa de los intereses del país se abre con la renegociación de las regalías del gas de Camisea. Sin embargo, aún falta que el gobierno dé marcha atrás y presione para que el gas del Lote 88 sea enteramente para el consumo local.

Y es que tuvo que haber una fuerte presión mediática, desde este diario y desde los pueblos del interior del país, para que el gobierno tome la decisión de llevar al Consorcio Camisea a negociar lo que inicialmente consideró inadecuado para la marcha de sus inversiones.

La decisión del gobierno, ratificada el jueves por el canciller José Antonio García Belaunde, es acudir a una renegociación. El jefe de la diplomacia peruana también afirmó que la empresa ya había aceptado renegociar el contrato.

Esa determinación se oficializó el miércoles 7 de julio en el que mediante un decreto supremo anunciaron la renegociación del contrato con la finalidad de que el gas que se exporta pague más regalías que las que abonan al fisco peruano por el gas destinado al mercado interno.

Se paga seis veces más

En la actualidad el gas consumido en el mercado interno paga seis veces más que el gas exportado. Mientras el gas vendido a los peruanos paga regalías por US$ 1.20 millón de BTU (Unidad Térmica Británica), el gas de exportación apenas paga US$ 0.16 por millón de BTU, según lo señaló Aurelio Ochoa, experto en temas de energía.

La voz de Perupetro

Daniel Saba de Andrea, presidente de Perupetro, informó ayer que luego de una reunión preliminar con el Consorcio Camisea, liderado por Pluspetrol, dijo esperar que las conversaciones formales se realicen en las próximas semanas para acordar que las regalías por la exportación no sean inferiores a las que se pagan en el mercado interno.

“Ya se invitó a las empresas a renegociar, estamos esperando su respuesta. No hay ninguna oposición de ellos a conversar, más bien han mostrado mucha comprensión de la situación”, dijo.

Para el titular de Perupetro, no se trata de un tema complicado, por lo que espera que las negociaciones finalicen antes de un año.
Lo curioso de estas últimas palabras del funcionario es que coinciden con las de Roberto Ramallo, gerente ejecutivo de Pluspetrol, quien estimó que el proceso de renegociación terminaría antes de finalizar el gobierno aprista. (La República 16/7/10).

“Alan García se va en julio del año que viene, creo que el proceso de negociación debiera de durar mucho menos”, dijo el ejecutivo a la agencia Reuters. (LR 16/7/10).

Más gas para el extranjero

Y aún cuando el Ejecutivo planea sus próximos pasos en la renegociación, la madrugada de ayer salió otro barco con gas natural licuado (GNL) proveniente del Lote 56, en Camisea, rumbo a España, mientras las industrias y los pueblos del sur del país aún esperan el gas para mover sus maquinarias y dotar del hidrocarburo a sus cocinas.

El volumen de gas exportado en el segundo envío es similar al del primer embarque, que ascendió a 121,475.803 metros cúbicos.

Respecto a las regalías por el gas que se exportará a España, Saba afirmó que será superior al que paga el hidrocarburo destinado al mercado local. La regalía que se pagará por este segundo envío es mayor porque se aplica sobre un precio más alto en boca de pozo, y así será para los próximos seis o siete embarques de GNL que irá a ese país europeo.

Explicó que el primer embarque con destino a México tuvo un precio en boca de pozo de US$ 0.60 por millón de BTU. Mientras que para España es de US$ 1.80 por millón de BTU.

Datos

Mercados. Para México el precio referencial del gas es el Henry Hub, actualmente a US$ 4.20 por millón de BTU. Mientras que para España es el National Balancing donde el precio de transacción es de US$ 7.40.

Solo un año. Habrá seis embarques a España en seis meses, pero a partir del 2011 empezará la exportación a México donde de acuerdo al actual sistema la exportación pagaría menos regalías que los peruanos.

Lote 88 sí regula precios al exterior

Cabe indicar que en la renegociación del contrato del Lote 88, realizada en el 2006, se estableció que el precio de exportación no debe ser menor al precio de venta local, pero esto no aplica para el Lote 56, del cual ya se realiza la exportación del gas en la actualidad.

Daniel Saba, presidente de Perupetro, no descartó que se proponga una cláusula de este tipo. “Durante una negociación se pueden hacer varios planteamientos y estudiaremos ello”, refirió.

Saba afirmó que “Perupetro representa los intereses del Perú y está siempre vigilante para conseguir la mejor solución al menor costo, porque es fácil conseguir soluciones dramáticas. Es fácil gobernar para la tribuna, solo que esto tiene un costo muy grande para el país y ese costo no estamos dispuestos a asumir ni a propiciarlo”, dijo.

EEUU: “Demasiado grandes para quebrar”

Por Humberto Campodónico

No cabe duda de que la reforma financiera –aprobada hace dos días en el Senado de EEUU– es una victoria política para Obama, que mucho la está necesitando. A algo más de 3 meses de las legislativas de noviembre, casi todas las encuestadoras registran bajos niveles de aprobación para el Presidente y se piensa que los demócratas probablemente perderán su mayoría en ambas Cámaras.

Así, después de la aprobación de la reforma de salud en marzo, Obama cumple sus dos importantes promesas electorales. En ninguna, sin embargo, pudo lograr el apoyo republicano (otra de sus promesas) para, de esa manera, superar el “bi-partidismo” que viene sufriendo la política gringa desde hace varios años.

Muy por el contrario, la política del ala republicana más conservadora ha azuzado al máximo las críticas a Obama y los demócratas, a tal punto que ha desplegado propaganda donde este aparece al lado de Hitler y Lenin. De la mano con esta política aparecen marcadas tendencias autoritarias que se podrían consolidar.

La reforma financiera tenía dos objetivos centrales, ligados entre sí. El primero era separar las actividades de la banca comercial (que recibe los depósitos de los ahorristas para prestarlos a los inversionistas, el tradicional rol de intermediario financiero) de la banca de inversión (donde los privados invierten su dinero en actividades de riesgo –como la Bolsa de Valores–, los mercados financieros, de commodities y hasta en actividades especulativas, ir a los mercados emergentes para atacar monedas nacionales, como en el caso peruano de estos días).

La idea central es que los banqueros no pueden “jugar” con el dinero del público (que además está garantizado por el gobierno hasta US$ 250,000). Eso lo pueden hacer los bancos de inversión que “juegan” con su plata. A grandes rasgos, el plan era volver (lo más que se pudiera) a la Ley Glass Steagall de 1932 –que se dio para evitar que se produzca un nuevo “crack” bancario– y que fue derogada por Clinton en 1999.

El otro objetivo era prohibir que los bancos crezcan tanto que, al convertirse en verdaderos elefantes financieros, cualquier problema serio amenazara convertirse, como en el 2008, en una “amenaza sistémica”. No debería haber “bancos tan pero tan grandes, que no pueden quebrar” (too big to fail). A estos objetivos se añadió una Agencia de Protección del Consumidor para hacer frente a las frecuentes “malas prácticas” en el sector.

El análisis pro-reforma afirma que es un “primer paso” hacia una mejor regulación, pues se ha logrado frenar en algo el poder financiero, que movilizó más de US$ 600 millones para oponerse a la reforma, según el editorial del New York Times (Congress passes financial reform, 16/7/10). Pero otros, como Robert Reich, dicen que la reforma es una “montaña de papel” que deja en manos de los reguladores las principales decisiones para su implementación, añadiendo que estos no tienen ni el poder ni los recursos ni la capacidad suficiente para hacerlo:

“No nos equivoquemos: mientras no haya cambios fundamentales en la estructura de Wall Street –es decir, mientras los grandes bancos sigan siendo grandes y puedan seguir creciendo, para lo cual siguen teniendo los incentivos para inventar tretas financieras y apostar con el dinero de otros– seguirán siendo “demasiado grandes para quebrar” y políticamente muy poderosos para controlar” (www.roubini.com 16/7/10). Así, la reforma no impediría la próxima crisis sino que simplemente proveerá el marco dentro del cual actuarán los reguladores, los banqueros centrales y los políticos.

En síntesis, la reforma es una victoria política para Obama, por el solo hecho de haber logrado pasarla, pero parece que está bastante lejos de haber alcanzado el objetivo regulador del sistema financiero, para que no se repita la crisis del 2008. Todos estamos avisados.