martes, 13 de abril de 2010

Pdte. Ruso Dmitri Medvédev: la cooperación de los países del Grupo BRIC tiene un gran futuro


La cooperación financiera de los miembros del Grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), particularmente el comercio en monedas nacionales, ayudará a la interacción de los cuatro países en materia de energía nuclear, construcciones aeronáuticas, exploración del espacio extraterrestre y en otras esferas. Tal opinión ha sido expresada por el presidente ruso Dmitri Medvédev en el artículo "Los países del BRIC: objetivos comunes - acciones comunes", dedicado a la cumbre de la organización de los próximos días 15 y 16 en Brasil. El artículo ha sido publicado por medios de los cuatro países.

El BRIC es una organismo aún joven, pero desde sus primeros pasos ha conquistado un alto prestigio internacional. Y es que a los países del grupo les corresponde el 26% del territorio del mundo y su aporte a la economía mundial en los últimos años superó el 50%.

Rusia ocupa un lugar destacado en el Grupo BRIC. Tal como indica Dmitri Medvédev, nuestro país, superando las consecuencias de la crisis mundial, paralelamente avanza por la senda de la renovación integral. Cada vez se invierten más medios en la exploración espacial, en la elevación de la eficacia energética, en el desarrollo de la energía nuclear y de tipos alternativos de energía, en el diseño de nuevas tecnologías médicas. Se presta gran atención al tratamiento de los minerales, así como al incremento de la producción agrícola. Dmitri Medvédev está seguro de que dichos logros de Rusia tendrán gran aceptación entre los socios del BRIC.

Por su parte, Rusia sigue con interés el desarrollo dinámico de los otros participantes del grupo. La combinación de las ventajas competitivas relativas de los cuatro países crea una situación de provecho mutuo en numerosas esferas, da grandes estímulos para la cooperación. La posibilidad de concertar acuerdos comerciales en las monedas nacionales permitirá elevar la cooperación de los países del BRIC a un nivel cualitativamente nuevo -considera el experto del Instituto de Economía Mundial y Relaciones Internacionales de la Academia de Ciencias de Rusia, Andréi Volodin.

Pienso que el planteamiento de la cuestión sobre la convertibilidad de las monedas nacionales es correcta y tiene grandes perspectivas. Esto augura al BRIC cierta independencia de los principales centros de la economía mundial y puede preservar a los cuatro países supergrandes -Brasil, Rusia, India y China- de las conmociones que son muy probables en el futuro de la economía mundial. Para que los cuatro países puedan abordar el comercio en sus monedas nacionales, se requieren algunas condiciones, siendo la principal de ellas el alto interés de todos los participantes.

El interés por la cooperación de los participantes del BRIC se confirma con los hechos. En particular, se decidió crear una base informativa común para analizar el estado de la seguridad alimentaria de los países del BRIC y sobre el intercambio de tecnologías agrícolas. Se ha organizado el intercambio de informaciones sobre posibles ataques especulativos contra las monedas y las bolsas de valores y de materias primas. Además, los cuatros países cooperan activamente en la Organización de las Naciones Unidas. El ejemplo más brillante es la coautoría de estos Estados en las resoluciones de la Asamblea General de la ONU sobre la prevención del emplazamiento de cualquier tipo de armas en el cosmos.

Dmitri Medvédev está seguro de que la cooperación de Brasil, Rusia, la India y China tiene un gran futuro.
(De La Voz de Rusia)

NR:


Lo que se observa es que este bloque se hace cada vez más fuerte, están allí la segunda economía mundial: China (que marcha a ser superpotencia económica en este siglo XXI), la segunda potencia militar: Rusia (que viene recuperando su protagonismo mundial), la nueva economía emergente (India) y el gigante latinoamericano que consolida su posición como cabeza latinoamericana; indudablemente que muy pronto se verá que el interés real tiene que ver con desplazar a los EEUU como superpotencia hegemónica única, hoy notoriamente resquebrajada por la crisis económica mundial que lo desnudó por completo.