miércoles, 10 de febrero de 2010

Contradiciones internas en alianzas regionales


A medida que se acerca el 3 de Octubre, las movidas de los grupos políticos se dan a uno u otro lado y no dejan de cesar, más aún los vaivenes son más vertiginosos; se van formando alianzas, pensadas o impensadas, buenas o malas, “traidoras o no traidoras”, oportunistas o no, pero ya van tomando cuerpo, tal como lo decíamos en:




La primera alianza en formarse, la de Mufarech y Segundo Díaz, el primero cuestionadísimo por sus dichos y hechos denunciados y conocidos por los famosos mufa-audios; sus asesores hablan de cambio de “Don Mufa”, pero de él no sale una palabra o dicho autocrítico; evidentemente lo que busca con la alianza son los votos que Segundo pueda arrastrar (que no los puede él), y lo que algún asesor pueda conseguir confundiendo a la población. Aún no tiene propuestas claras y definidas, en su anterior intervención radial habló de su propuesta de secesionar a la región Lima, confundiéndose propuesta de conformación de las regiones con propuesta como Región Lima integrada, más aún de pretender confundir descentralización con desconcentración en el tema de la Unidad Ejecutora Lima Sur, el cual es un tema de desconcentración y no de descentralización como quiso hacer ver.


La segunda Alianza es la del “Ingeniero” Chui con la Sra. Rufina Lévano, alianza que más polvo ha levantado, y que inevitablemente el veredicto popular se hará sentir el 3 de octubre; y el tema principal en cuestión es sobre la sede regional, donde la posición definida del Presidente Regional es abiertamente en contra de la ley, al enturbiar un proceso válido y con el uso de triquiñuelas tinterillantes detener el traslado de la sede regional a través de una medida cautelar inconstitucional (primera vez que procede una medida cautelar a una sentencia constitucional, cuando su razón de ser es asegurar el cumplimiento de una futura sentencia, aunque en procesos constitucionales no está desarrollada esta institución cuando se presenta la figura de “amparo contra amparo”, lo que obligaba al juez civil huachano fundamentarlo pero no lo hizo); ahora la Sra. Rufina sale recién a sentar posición diciendo que “el tema esta judicializado”, ¿es correcto decir que el tema está judicializado para saltarse la toma de posición? indudablemente que no: hay una sentencia judicial, confirmada por la Sala Superior que indica que la sede se debe trasladar a Cañete y que por las malas artes del Presidente Regional se ha detenido el traslado.


La tercera alianza, negada hasta hoy (por no buenas razones), es la de Alvarado con Montoya, que se presenta a nivel regional en una empresa bastante complicada y compleja, y que por donde se le mire nada contra la corriente. Alvarado, a criterio de un capaz intelectual cañetano, cometió un garrafal error político: meterse en el pleito por la sede regional cuando en el futuro tenía por delante ser candidato a Presidente Regional; discrepo con esa opinión porque era su obligación sentar posición en un tema que uno (más siendo autoridad) debe coger una bandera a más de tener sólido sustento jurídico. Lo que vemos es que como candidato regional tiene que lidiar contra aquellos que en Cañete ven solo sus intereses personales y demostrar en las provincias del norte que tiene una posición de integración y que además se debe respetar las leyes de descentralización. Una empresa eminentemente complicada y compleja toda vez que en esa zona han influenciado los politiqueros y tinterillos que por salvar su futuro caudal electoral engañaron y traficaron con el tema de la sede regional. Y de la Sra. Montoya ¿alguien sabe algo de ella?, sólo se la apreció en una inauguración de una obra en Nuevo Imperial donde negó que el madrinazgo tenga algo que ver con su candidatura provincial.


De las otras alianzas, por ejemplo la de Confianza Perú con el Partido Nacionalista y la Alianza para el progreso, es un pan con mango, no hay afinidad ideológica ni política, toda vez que no había ninguna necesidad del Partido Nacionalista (si para la Alianza para el progreso de Luis Iberico), pues ¿Qué gana?, nada, por el contrario sus huestes electorales se irán a otras canteras, por ejemplo en Imperial el candidato será Carlos Pariona de Confianza Perú, y ¿Dónde queda la Sra. Moza Arata?, es probable que se mude a Patria Joven. Pregunta suelta: ¿esta alianza será también para las elecciones presidenciales y congresales?, de ninguna manera, por obvias razones.


El sabor que deja estas alianzas es que no hay un programa sólido de propuesta regional y local, Mufarech dejó a que sus provincias luchen por lo que quieran luchar, no es propuesta integral: Chui con Rufina, hay fuertes contradicciones entre sus candidatos locales, no hay unidad de posiciones en temas trascendentes; Alvarado en una empresa complicada y compleja, tiene fuertes problemas en el norte de la región, acá se verá si ostenta capacidad de integración, dependiendon de como mueve los hilos de tal manera que cuaje su candidatura.

Visión unilateral sobre reclamo policial

A continuación un extracto de la columna editorial de Correo, en la que se hace una visión unilateral del reclamo policial sobre aumento de sueldos, mutilando el derecho como trabajadores a tener un justo sueldo, a más de mezclar el sueldo de un policía subalterno con un oficial de alto rango.


Por Aldo Mariátegui

Ese mal policía en actividad que salió a reclamar por una huelga debe recibir la máxima sanción, porque la base de toda fuerza coercitiva estatal es la disciplina. Abrimos la puerta a los golpes de Estado si permitimos que los uniformados se vuelvan deliberantes. O a un gigantesco saqueo en la ciudad si aceptamos que se aliente y cristalice una huelga policial. Ese señor lo que quiere es ser congresista, nada más. Llega al absurdo de exigir un asilo político cuando su problema es claramente disciplinario. Encima, el muy fresco pide que lo acoja un país europeo. ¿No quiere que le pongan también un par de suecas? ¡Ojalá que lo manden asilado a Haití! - Aluciné en colores cuando el almirante Vainstein, que encabeza los reclamos de mayores sueldos militares, me admitió en tv que tiene una cédula viva de $2 mil. ¿Y le parece poco tener una pensión de ese monto de por vida? ¿Sabe cuánto tiene que aportar alguien en el sector privado a una AFP o a la ONP para percibir ese monto? Según él, debería ganar más porque a un gerente privado se le paga más... A un gerente le paga el sector privado y no los impuestos de todos. Se hubiera metido de gerente y no de marino si quería ganar más dinero. Y debería considerar que además ha tenido el privilegio de jubilarse tempranísimo, a poco de superar los 50 años, mientras que los demás tenemos que esperar los 60 años y más. Me parece bien que de comandante hacia abajo reclamen, pero me resulta indignante que los privilegiados rangos altos lloren miserias.

Los dudosos frutos de la educación

Por: Abelardo Sanchez León

La relación que existe entre las negligencias que cometen los médicos y su formación universitaria es un asunto directo e “incontrastable” como la ciudad de Huancayo. Hasta hace algunos años ser médico en el Perú era todo un prestigio arduamente ganado, pero hoy en día, con el relajo generalizado de la educación superior, ser médico es una profesión que está a mano de cualquier estudiante de colegio. Sin duda, la universidad equivale cada vez más a la educación secundaria y las maestrías pretenden parecerse a una educación superior más exigente. Las maestrías, sin embargo, se llevan a cabo entre el sueño y la vigilia, en aquella dulce duermevela, entre el cansancio absoluto y la atención precaria o sobre la base de ciertas lecturas apresuradas los fines de semana y el agotador trabajo de la oficina.

La multiplicación de universidades trae una desconfianza creciente respecto de la calidad de los profesionales que se colocan en sociedad, sobre todo si se tratan de médicos, ingenieros o abogados. Uno tiene que ir confesado a una operación y verle directamente la cara al médico, porque esa cara y su comportamiento dice más que su cartón. Los cartones se regalan, se subastan o se rifan. Muchos médicos sacan su cuarta y colocan en su tarjeta el nombre de la universidad donde han estudiado, siempre y cuando ella sea prestigiosa, para convencer al paciente de que se le amputará la pierna correcta. Hay que andarse con mucho cuidado y darse una vueltita por las universidades que han proliferado, por las nuevas facultades de medicina y reconocer en esos edificios atestados un atisbo de calidad.

No voy a repetir con Jorge Manrique que “todo tiempo pasado fue mejor”, pero sin duda los médicos daban más confianza. Eran nueve duros años de estudio, ¿sí o no? Ahora la oferta de universidades es tan amplia que para todos hay sitio. Unos estudian mientras trabajan y otros trabajan mientras estudian y la mayoría hace como que estudia y los profesores como que enseñan. Esa es la verdad de la milanesa: el que se pica pierde, no hay que pisar el palito, no hay que ser políticamente incorrecto. Pero lo que todo el mundo intuye es una verdad de Perogrullo: médicos somos todos y, con frecuencia, preferimos la receta de nuestra farmacéutica, pues al menos le conocemos la cara, ya que en el Perú los cartones están bobos